Hoy

No tengo nada que decir  pero tengo unas ganas muy fuertes de escribir algo. Creo que esto es lo que siente Ricardo Arjona cuando compone sus letras.

Contigo

Mis dudas más indescifrables; mis temores más desgarradores; mis deseos más anhelados... Todo está resumido aquí...

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¡Y volví! Porque soy la verga y me gané una Beca del Ministerio de Cultura para hacer Contigo. No, en serio, soy la verga. Gracias a todos los que seguían este blog porque leerlo era de alguna manera un gran apoyo. Gracias a Laura Casadiego porque sé que ella lo seguía y espero que lo siga haciendo (es más, creo que ella es la única persona que lo lee).
Todo gira y gira y seguirá girando. Este es el comienzo, no sé exactamente de qué, pero creo que es algo, y por lo menos no tendré que comprar el taxi.

¡Qué Día!

 - Yo: es increíble todo esto. Si algo o alguien está tratando de probarme que le baje al nivel...
- Nietzsche: Tranquilo recuerda que "lo que no te mata te hace más fuerte".
- Jodorowsky: efectivamente, "todo es para bien"
- Yo: ¡Cómanse una verga!

PD: una tras otra.

Día 101

De niño uno de mis juguetes favoritos era el Lego. Tener el poder para construir edificios, barcos, casas, carros, naves, helicópteros, lo que sea que me imaginara, especialmente lo que para mí era el robot (megazord) de los Power Rangers, era maravilloso, mágico. Pasaba horas armando y desarmando: sacaba la caja con los bloques de colores y la derramaba sobre el piso de la sala, a veces seguía los planos, a veces buscaba nuevas posibilidades. Sólo había algo que me sacaba de quicio: no encontrar todas las piezas para armar lo que quería. Y es que es apenas obvio, de tanto andar tirando los bloques en el piso terminaron por perderse muchas piezas que vine a extrañar un día cuando quise crear mi robot. Empecé a armarlo y me iba dando cuenta que faltaban piezas, y la suma de las piezas ausentes creó un remedo de Megazord. No quedó igual, salió chueco, feo, extraño.

Anoche quise jugar otra vez pero al Lego le faltan fichas, bloques. Pensé que organizar un plan de rodaje era como armar un lego: una pieza aquí, otra allá, cambio esta, pongo aquella, busco que encajen, breve. Y lo fue, nada de traumas, algo desesperante pero relajado. El problema fue que faltaron piezas. Al cortometraje le venían faltando piezas y lo estaba omitiendo, hasta anoche que sumé vi las ausencias. Faltan varias cosas entre ellas un billetico extra que nació con la necesidad de incluir un quinto día de rodaje. Mi madre solía decirme: "Las cosas se hacen bien o no se hacen". Razón tiene. Apretaré el asterisco, fingiré sonreír y tranquilidad. Sólo un milagro, un baloto o una donación de tres millones ochocientos ochenta mil pesos, puede salvar el rodaje. Esto es serio, hay crisis, y sin esas piezas el cortometraje quedará igual que aquel Megazord. Y no quiero que sea así. Prefiero nunca verlo a verlo chueco, feo, extraño.


PD: Quedaron 100 días aún por delante. Si alguien leía esto, gracias por la compañía. Se cierra el chuzo hasta nueva orden.

PD 2: Nadie nos prometió un jardín de rosas, hablamos del peligro de hacer cine.

PD 3: ¡Coño! ¡¿por qué no estudié ingeniería industrial?!

Día 102

Estoy haciendo el desglose del guion y el Plan de Rodaje. Es como jugar Lego. Nos vemos mañana.

Día 103

Hoy quiero hacer un reconocimiento a los productores, intentos de productores, y promesas de productores y sus reuniones, llamadas, mails botadas a la basura que ha tenido Contigo. Shhh... cerremos los ojos, agarremos nuestras manos y hagamos un minuto de silencio por ellos seis (¿o siete? ¿ocho?)

Silencio (incómodo)

Ya. Y ante todo agradecerles por recordarme que no hay que esperar nada de nadie. Los gringos tienen un dicho que me gusta y aplica: "If you want something done right, You gotta do it yourself".